PESCADORES DE ÁGUILAS Y MAZARRÓN ENTREGARON VOLUNTARIAMENTE ESTAS PIEZAS ROMANAS, QUE PODRÍAN FORMAR PARTE DEL CARGAMENTO DE UN PECIO Y QUE SERÁN EXPUESTAS

Un agente de la Guardia Civil entrega una de las ánforas al director del museo arqueológico de Águilas, Juan de Dios Hernández. / G. Civil

Un agente de la Guardia Civil entrega una de las ánforas al director del museo arqueológico de Águilas, Juan de Dios Hernández. / G. Civil

El patrimonio histórico de la Región está de enhorabuena. Una nueva operación de la Guardia Civil ha permitido recuperar cinco ánforas con más de 2.000 años de antigüedad procedentes del fondo marino de las costas murcianas. Las piezas fueron entregadas voluntariamente al Instituto Armado por tres pescadores de Águilas y Mazarrón y han quedado depositadas en los museos arqueológicos de estos municipios que, tras un proceso de restauración, las expondrán al público.

La ‘Operación Dressel’, que la Benemérita ha llevado a cabo con la colaboración del servicio de arqueología del Ayuntamiento de Águilas, permite recuperar para el patrimonio de la Región cinco ánforas y fragmentos de las mismas que datan del periodo entre los siglos II a. C. y II d.C. Las piezas halladas corresponden a un tipo de recipientes que eran empleados para transportar salazones, vino y aceite bético.

‘Operación Dressel’

La Guardia Civil inició la investigación tras detectar que, en Águilas, varias piezas de atrezzo y coleccionismo con un supuesto alto valor arqueológico iban a ser ofertadas de forma inminente en una sala de subastas. Los investigadores del Instituto Armado intervinieron justo a tiempo para frustrar la venta de los objetos históricos y, de ese modo, incorporarlos al patrimonio histórico de la Región de Murcia.

Siguiendo la pista de esos objetos arqueológicos, la Benemérita tuvo conocimiento de que un pescador de la zona de Águilas tenía en su poder otras piezas de elevado valor histórico. Según informaron fuentes del cuerpo, este vecino entregó voluntariamente las ánforas que guardaba a los investigadores del Instituto Armado, explicando que desconocía que su tenencia podría constituir una infracción administrativa y que, en cuanto había tenido conocimiento de ello, se había puesto en contacto con la Guardia Civil.

Poco después de esta primera entrega voluntaria, otros dos pescadores de la zona de Mazarrón devolvieron también de forma voluntaria a la Benemérita unos restos de ánforas, también con elevado valor histórico, que habían acabado en sus manos. Tras las incautaciones y los depósitos de las piezas arqueológicos, el Instituto Armado ha elaborado unos informes que ya han sido remitidos al servicio de Patrimonio Histórico de la Comunidad para que tome las medidas que considere oportunas. El cuerpo colabora activamente con este área de la Comunidad en el ámbito del plan para la defensa del patrimonio español.

La tenencia y herencia de generación en generación de estas piezas de valor histórico es una costumbre extendida en la Región, muy especialmente en las zonas costeras con amplia tradición pesquera -actividad que puede rescatarlas accidentalmente del fondo marino-. Disponer de estos restos arqueológicos puede, sin embargo, implicar sanciones elevadas, de hasta 100.000 euros. En este caso, explicaron fuentes cercanas al caso, es posible que el Ejecutivo regional valore la disposición de estos pescadores a entregar las piezas y sea más laxo.

Buen estado de conservación

Las ánforas recuperadas en este nuevo éxito policial han sido depositadas en los museos arqueológicos de Águilas y Mazarrón. El estado de conservación es relativamente bueno y se estima que en un breve espacio de tiempo podrán exponerse en dichas instalaciones municipales.

La ‘Operación Dressel’ recibe su nombre del modelo de ánforas con las que se corresponden las aprehendidas por los investigadores. Una de las piezas es un modelo Dressel 1C que, se cree, provenía de la provincia romana de Lusitania y se empleaba habitualmente para el transporte de salazones. Su uso se sitúa entre el siglo I y II d. C.

Otras de las ánforas recuperadas por el Instituto Armado corresponde a un modelo Dressel 14, que tiene su origen en la ciudad romana de Itálica, ubicada en el Bajo Guadalquivir. Entre el siglo II y I a. C. se empleaban para contener vino.

Entre el material recuperado también se encuentra algún modelo de ánfora Dressel 20, las más características, principalmente dedicadas al transporte de aceite bético. Se fabricaban en alfares hispanos y se distinguían de las demás producciones hispanas por el gran cuerpo globular de paredes gruesas, cuello corto y cilíndrico, pivote diminuto y macizo, asas cortas y gruesas de sección circular y perfil arqueado y borde con tendencia triangular. El tipo pervive desde la época de Augusto hasta mediados del siglo II y su evolución ha sido muy estudiada.

Las ánforas Dressel 20 ya han sido anteriormente detectadas en Mazarrón, durante intervenciones arqueológicas realizadas en los dragados del puerto. La Guardia Civil considera que estas ánforas dado que su procedencia se corresponde con hallazgos relacionados con las actividades de pesca profesional y dada la uniformidad de su topología, es bastante probable que estén relacionadas con un pecio de cronología de la época romana y un cargamento concreto.

Según los servicios arqueológicos de Mazarrón, la topología de las ánforas Dressel 20 halladas en la operación guardan similitudes con las que ya fueron entregadas, en septiembre de 2014, por otro decomiso efectuado por la Guardia Civil de restos cerámicos de ánforas romanas en Mazarrón . Estas piezas también acabaron en manos del museo arqueológico municipal de Mazarrón. El Instituto Armado pide la colaboración de la ciudadanía para que entreguen cualquier pieza de valor histórico que posean o hayan encontrado accidentalmente.

Fuente: http://www.laverdad.es/murcia/201512/19/guardia-civil-recupera-cinco-20151219003626-v.html