Ciclo de conferencias La arqueología hoy | La arqueología subacuática en México hoy

 

● Vamos a traer siempre a líderes en la materia, y con ello vamos a tratar de dar a conocer lo último en la arqueología: Leonardo López Luján

● El rango de acción de la arqueología subacuática hoy está creciendo, se está ampliado tanto en el tiempo como en el espacio: Roberto Junco Sánchez

Ciclo de conferencias La arqueología hoy | La arqueología subacuática en México hoy

En arqueología subacuática estamos muy conscientes de nuestro rol de científicos, pero también de contadores de historias: Roberto Junco Sánchez Con la conferencia La arqueología subacuática en México hoy impartida el pasado miércoles por Roberto Junco Sánchez, subdirector de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se inauguró el ciclo de conferencias La arqueología hoy, coordinado por el miembro de El Colegio Nacional (Colnal) Leonardo López Luján. Al inició el colegiado expuso que el propósito del ciclo es crear un panorama de la arqueología, disciplina que en los últimos años ha revolucionado su conocimiento:

“vamos a traer siempre a líderes en la materia, y con ello vamos a tratar de dar a conocer lo último en la arqueología. Hablaremos de hallazgos muy importantes, también de avances técnicos, metodológicos y teóricos”.

A manera de introducción, López Luján hizo un recorrido de las exploraciones subacuáticas en México que se remontó hasta los antiguos mesoamericanos, basándose en los registros de algunos códices; retomó figuras como la de Francisco del Paso y Troncoso —organizador en 1890 de la comisión científica que introdujo buzos en Villa Rica, Veracruz, para buscar vestigios de las naves de Hernán Cortés— y la de Edward Herbert Thompson —norteamericano que utilizó maquinaria pesada en el cenote de Chichén Itzá de 1904 a 1911 para sacar lo que se encontrara en su camino.

En este examen de antecedentes también hizo mención del Club de Exploraciones y Deportes Acuáticos de México (CEDAM), un grupo de buzos aficionados que muchas veces trabajaron de la mano del INAH y de la National Geographic Society. La exposición de antecedentes de la arqueología subacuática en México terminó con un reconocimiento a Pilar Luna Erreguerena que se encontraba entre el público: “ella es quien funda en 1980 lo que entonces era un departamento de arqueología subacuática del INAH. Y con eso se posicionó la arqueología mexicana a escala mundial.

Desde entonces la gran misión ha sido, entre otras cosas, detener el saqueo brutal que sufría todo nuestro patrimonio sumergido. Gracias a la iniciativa de Pilar, ahora nuestra institución juega un papel líder en la Unesco y hay toda una legislación que protege lo que está debajo del agua”, explicó el colegiado.

En un ejercicio de divulgación científica, Roberto Junco Sánchez expuso algunos proyectos emblemáticos que se llevan a cabo actualmente en la subdirección que está a su cargo. Primero se refirió al «Proyecto Mina», dirigido por Pilar Luna Erreguerena y desarrollado en Quintana Roo, donde se está tratando de obtener evidencia de actividad humana en un cenote:

“Aquí por ejemplo pueden ver la fotogrametría de un pequeño infante de 10 años localizado adentro. Nadie ha visto esta imagen salvo unos cuantos científicos. Es uno de los nuevos esqueletos que estamos por estudiar”.

“En el tiempo estamos trabajando con contextos mucho más antiguos, de los primeros pobladores de estos territorios, hasta contextos del siglo XX. Geográficamente también abarcamos varias zonas del país, desde la Baja California hasta Quintana Roo, pasando por estos cuerpos interiores de agua. El rango de acción de la arqueología subacuática hoy está creciendo, se está ampliado tanto en el tiempo como en el espacio. No nos estamos concentrando nada más en cosas prehispánicas o coloniales, sino también en otros periodos como es el caso del cañonero Tampico, un buque de la Revolución mexicana”, expuso.

“En arqueología subacuática estamos muy conscientes de nuestro rol de científicos, pero también de contadores de historias” comentó Junco para referirse a la investigación sobre el buque que se hundió en la única batalla naval del periodo de la Revolución mexicana, llevada a cabo en las costas de Topolobampo, Sinaloa.

El último proyecto del que habló Roberto Junco del INAH fue el llamado «Tras los pasos de el Paso y Troncoso y los barcos hundidos de Cortés», que se desarrolla en Villa Rica, Veracruz, donde se estableció el primer asentamiento europeo en América y retoma la investigación de Francisco del Paso y Troncoso, que en las postrimerías del siglo XIX organizó la comisión científica de Cempoala para buscar restos de las embarcaciones taladradas por Hernán Cortés en el siglo XVI.