Empujados por la marea en Península Mitre, cajones con loza probablemente inglesa aparecieron en la playa. El trabajo del grupo de expertos en arqueología subacuática trabaja en la zona.

Por: Miriam Lewin

En Playa Donata, una playa fueguina, contenedores de madera atesoran el hallazgo más fabuloso relacionado con los numerosos naufragios de la zona, la mayoría de épocas en que el estrecho de Magallanes se utilizaba para pasar de un océano a otro (antes de 1914). El descubrimiento se hizo en el sudeste de la isla, en Península Mitre.

Cientos de unidades de vajilla de loza fueron avistadas desde un helicóptero que hacía un viaje turístico y rescatadas por una misión arqueológica que terminó su primera etapa la pasada semana.

«Estábamos sobrevolando el área del naufragio del Duquesa de Albany (1893). Ya a la distancia se notaba que había algo sobre la costa«, relató a un canal local el piloto. Aterrizó sobre playa casi de inmediato. Había canastos de madera de un metro y medio por un metro, enterrados en la arena, llenos de vajilla perfectamente conservada. Entre las lozas se encontraban platos, tazas, escudillas, fuentes, algunas de gran tamaño. Por efecto de la bajamar, los cestos habían quedado muy alejados de la línea de agua. Había una buena cantidad de piezas sueltas, algunas rotas, arrastradas seguramente por las olas, que las desprendieron de los cajones y desparramadas por la línea de la marea alta.

«Nos acercamos para documentarlo en imágenes. Cuando volvimos a Ushuaia se lo comunicamos inmediatamente al gobierno y le mandamos las fotos», dice el integrante de la empresa de excursiones. Hubo un hallazgo anterior, pero era claro que no se trata del mismo barco, porque las piezas son diferentes.

Algo fuera de serie

“No conozco que en otras partes del mundo se haya encontrado algo en tan extraordinario contexto, es fabuloso realmente”, aseguró en una conferencia la arqueóloga del CONICET, especialista en arqueología subacuática Dolores Elkin.

«Hasta el momento se avanza en la identificación de los objetos, y para eso se tiene en cuenta el material con el que están construidos y la existencia de marcas», continúa la científica.

¿De cuál de los barcos que se hundieron en la zona proviene el descubrimiento? ¿Del Oracle, del Capricorn, del Glenmore? Es todavía pronto para saberlo. Lo que es seguro es que el desastre se produjo después de 1850. El que las piezas sean de loza, cerámica o porcelanasirve de brújula para establecer a qué período pertenecen, según la arqueóloga.

«El naufragio más cercano es el del Vapor Torino, que pertenecía a una misión salesiana y transportaba materiales de Punta Arenas, de modo que es poco probable que la vajilla provenga de allí», reflexiona.

«Algunas piezas tienen distintos tipos de decoración sobre las bandas, y esto es característico de cerámica inglesa que se usó durante todo el siglo XIX, pero en algunas predomina el color azul, algo más característico de la segunda mitad del siglo XIX, es decir de 1850 en adelante”, precisa Elkin, doctora en Arqueología de la Universidad de Buenos Aires..

Algunas piezas se desprendieron de los contenedores por la marea y se rompieron por el oleaje.
Algunas piezas se desprendieron de los contenedores por la marea y se rompieron por el oleaje.

“Todavía no sabemos si son de origen inglés, pero es probable que lo sean y lo podremos establecer con estudios de laboratorio posteriores”, aventuró.Las consultas que ya hizo con catálogos británicos y con colegas de esa nacionalidad le permiten adelantar que casi con seguridad las piezas provienen de allí.

“Hay cuatro tipos de marcas según quién fabricó las piezas: marcas de fábrica; de artesanos que participaban en el proceso de producción; de usuarios (personas que identificaban su propia vajilla realizando marcas con algún elemento filoso); y marcas de imitadores”, apuntó.

Lo que más le llamó la atención a la integrante del CONICET es el perfecto estado de conservación de los cajones que transportaban las piezas.

Naufragios protegidos

Elkin destacó que Tierra del Fuego es una de las cinco provincias con legislación de protección del patrimonio cultural acuático y subacuático.

“Habitualmente se piensa, sobre todo con los naufragios, que no son de nadie; que son del que los encuentra, o que están abandonados en favor del Estado, pero no está incorporado en la mentalidad colectiva que estas cosas son patrimonio arqueológico porque son restos de valor histórico”, explicó.

La Convención de la UNESCO que protege el patrimonio acuático y subacuático “que ha sido olvidado o descuidado”, fue ratificada por la Argentina en el 2010.

¿Y si encuentro algo?

La conferencista, que es también una experta en buceo, incluyó consejos para quienes encuentren restos u objetos que estuvieron o están sumergidos.

“Lo primero, no mover el objeto. Idealmente, no tocarlo, y si no pueden resistir la tentación de tocarlo al menos volver a ponerlo en el mismo lugar, tal como estaba, porque la posición es muy importante”.

Sacar una foto exactamente donde está el objeto; una foto del entorno, si se tiene GPS sería fantástico para marcar la posición; pero si no es posible se puede tomar alguna referencia de la mejor manera que uno pueda reconstruir el lugar en el que se encuentra el objeto”.

Si se retira algo se debe transportar en el mismo tipo de agua en el que se lo encontró y dar aviso a las autoridades lo antes posible.

Elkin admitió que a veces, restos de naufragios son ofrecidos en internet: «Es un delito, tanto para el que lo extrajo como para el que lo compra», aclaró. Desde el Instituto Nacional de Antropología, que integra «se está luchando mucho, allanando y confiscando objetos» que están por entrar al circuito de tráfico ilegal.

Una vez restauradas y catalogadas, las piezas de loza de Pensínsula Mitre serán exhibidas en el Museo del Fin del Mundo.

Agradecimientos: TV Pública de Tierra del Fuego. Bruno Goncalves y Juan Ignacio Marcel.

Fuente: https://tn.com.ar/sociedad/restos-de-un-naufragio-en-tierra-del-fuego-aparecen-cientos-de-tazas-y-platos-en-la-costa_852759