«Hay un registro de cenotes, pero existen varios sin contabilizar.»

Inspeccionan varios que no se encuentran registrados. (Especial)

Inspeccionan varios que no se encuentran registrados. (Especial)

     En México solo existen nueve arqueólogos subacuáticos, tres dedicados de manera profesional a  estudiar los cenotes y otros seis que exploran diversas zonas; sin embargo, en México hay varias áreas  que no han sido exploradas, por lo que es importante apoyar y promover este tipo de investigaciones, dijo  el reconocido antropólogo mexicano Guillermo de Anda. (Articulo anterior)

El explorador emergente en 2012 de la revista National Geographic, que el año pasado mereció la portada y trabaja con ellos de planta, habló en entrevista para MILENIO de la importancia de estudiar y hacer un censo de los cenotes, ya que hay varios sin explorar y de los cuales no existe registro.

“Hay un censo que hizo el estado de Yucatán y contó 2 mil 600 cenotes, pero hay otros que nosotros hemos podido explorado y que no están en ese censo. En el estado de Quintana Roo no hay una contabilidad y es ahí el lugar más proclive a la formación de cenotes por su cercanía a la costa”, señaló el especialista.

 

Detallo que se calcula que existen 6 mil cenotes en la Península, pero que éste es un “número conservador” ante los que realmente debe haber.

Señaló que solo hay tres arqueólogos subacuáticos especialistas en cenotes y otros seis más que realizan investigaciones
generales, por ello la importancia de impulsar a que los jóvenes tomen ésta carrera ya que “hace falta educar”.

En cuestión de divulgación, dijo, Nacional Geographic colabora con Cengage Learning, una empresa dedicada a la educación, para la creación de libros como Social Science, además de hacer una gran labor en inversión en este tipo de investigaciones.

INAH, rebasado

Respecto a este tipo de trabajos en México, señaló que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se ve rebasado, porque las inversiones para hacer una expedición son bastante elevadas.

“El INAH es la máxima autoridad del país, y no se hace ningún proyecto sin su autorización. Nos ayuda a conservar la naturaleza, pero se ve rebasado, hay una subdirección de arqueología subacuática que trabaja bien, pero no tiene personal suficiente, entonces son muchas cosas que no puede atender, tenemos todas las costas del país. Es difícil terminar con este trabajo, es muy detallado, laborioso y no fácilmente
obtienes la información”, destacó De Anda.

Sobre el costo explicó que asciende a aproximadamente 60 mil dólares. “La arqueología subacuática es carísima; necesitamos mezclas de gases especiales, tenemos cenotes de 90 metros de profundidad, así que se requiere hacer mucho tiempo para crear un registro, tomar fotos, video, y a más profundidad más tiempo, más descompensación; entonces uno de los gases que nos ayuda mucho y genera menos intoxicación y alucinaciones es el helio (gas menos reactivo, después del neón), a la mezcla que necesitamos son como 350 pesos de un tanque; normalmente son dos o tres los que necesitamos por persona mínimo, estamos hablando de como mil pesos de una solo persona por día.

“Necesitamos también estancias, equipo fotográfico; la gente que nos apoya regularmente son personas del lugar a quienes retribuimos, y equipo de cómputo”, dijo el especialista.

Sin embargo no son los elevados costos lo que le preocupa, sino la contaminación, por lo que hizo un llamado para proteger estas zonas.

“Si nosotros protegemos nuestro entorno veremos que hay cosas extraordinarias por encontrar, descubrir. El asunto es que lo cuidemos; no me refiero tanto al saqueo, que es preocupante y hay que prevenirlo, me preocupa más la contaminación en la península”.

22/08/2014 03:23